lunes, 14 de diciembre de 2020

Le Carré (in memoriam)

 

Le Carré

 

Su mirada como el cielo de un poema

de Bertolt Brecht sobre el que se posara un instante

la nube blanca de sus cejas, no sé, leí sus libros

con ansiedad, noches enteras

persiguiendo a Ann Smiley por frases como calles

de una ciudad que no era Londres, sino mi corazón.

Hoy es un siglo nuevo y él pastorea su edad

(el rebaño de ovejas como nubes

de sus años sin ella) como un Dios compasivo

de dulzura inquietante. Qué hacer

con la redonda eternidad después de haber causado

(al crear su belleza) semejante turbación

en el Universo.

Quienes hemos amado

(y él es el primero) de verdad su criatura de ficción,

es decir, quienes hemos sido también sus personajes,

le debemos una vida.

La mejor

 

Eduardo Fraile

sábado, 7 de marzo de 2020

Lectura poética en Madrid



Posponemos la lectura de Eduardo Fraile y Raquel Vázquez en Madrid hasta una ocasión más propicia que os comunicaremos con la suficiente antelación.


sábado, 1 de febrero de 2020

Iowa/Birgit Kos




Si hubiera de hacerse un casting para el personaje de Iowa entre las actrices y modelos actuales, esta imagen publicitaria de la holandesa Birgit Kos, la representa con pasmosa fidelidad.

Eduardo Fraile


sábado, 25 de enero de 2020

Retrato de Eduardo Fraile Valles en 1984

                                                       
                                                   Foto: Luciano Abejón

sábado, 18 de enero de 2020

Iowa (Epílogo/3)


Eduardo:
Uso tu bello nombre para hablarte desde el Futuro.
Un futuro donde yo ya no estaré. ¿Sobreviviste
a nuestro amor? ¿Sobreviviste a Nevers, a Nemours, a Denver?
¿Sobreviviste a quien fuiste para mí, a quien fuiste conmigo?
¿Escribiste los libros que tenías que escribir?
¿Escribiste mi libro?
¿Sobreviviste al dolor de perder a tu madre?
¿Sobreviviste a la envidia de los demás, al alejamiento
de los amigos?
¿Sobreviviste a la soledad?
¿Sobreviviste a tu orgullo?
¿Sobreviviste al éxito? ¿Sobreviviste al fracaso?
¿Preguntaste por mí?
¿Me encontraste de nuevo?



Eduardo Fraile

sábado, 11 de enero de 2020

Nevers (Epílogo/2)


  Pequeña, grande, la más alta de todas, más alta que la Luna lunera, cascabelera. Creces en mi recuerdo hasta atravesar el tiempo y el espacio. Creces en mí, me haces pequeño a medida que creces. Me llevas a mi infancia en Madrid, a la calle San Telesforo y al Liceo San Fernando. A la montaña de hierba y a la montaña de arena. Y entonces tú también te haces niña y jugamos a lanzar aviones desde la cima de la montaña verde, y nos dejamos resbalar por la montaña amarilla sentados en una caja de cartón.
***
  En todos los planetas estás tú. En todas las estrellas. Regando tu flor y sacando agua de mi pozo. Recorrer el cosmos buscándote no es una opción. No tenemos naves espaciales para encontrarnos. Sólo para huir.

***
  Me acuerdo mucho de tu cuerpo. Podría hacerse un vaciado, un negativo en mí. Ese hueco que ha quedado impreso en el espacio/tiempo que soy, eres tú. Y tu tacto. Por mucho que haya intentado recuperar un eco, un atisbo de tu piel acariciando otros cuerpos… Por mucho que haya tocado otros cielos y otras nubes fugitivas… Por mucho que te haya llamado en otras puertas estelares… Por mucho que haya querido engañarme aplacando mi sed en otras aguas…

***
  Ella fue lo mejor de mí, y lo seguiría siendo en el futuro, ese futuro sin ella pero con ella, ese yo distinto y nuevo hecho con lo mejor de los dos.

Eduardo Fraile

sábado, 4 de enero de 2020

Iowa (Epílogo/1)


            ¿Qué has hecho todos estos años? Sé que has escrito libros, pero ninguno era nuestro libro, y por eso sabía que aún estabas enamorado de mí. Que aún eras Nevers, que aún eras Denver, que todavía me esperabas más allá de la esperanza. Recuerdo cuando leímos en el diccionario de Domínguez, aquel de 1850, las dos o tres páginas que se tira para definir Esperanza. Yo a veces te recuerdo así, nos recuerdo así, aquellos días de nuestro refugio en Balneario. No he vuelto a España, pero ahora puedo recorrer la calle Juan Mambrilla en Google Maps y veo que ahora es peatonal y que ya no está la imprenta… Y quizá nos veo a los dos tras la ventana del 13, con esa bonita verja que fue nuestra jaula de oro aquellos días…
            Estás guapo en las fotos de los libros. Y las pocas que veo en Internet. Ya me doy cuenta de que huyes de esas cosas… Sé que no me has olvidado. Todavía te duelo, ay Dios. Todavía te duelo lo bastante como para escribir de los dos y hacerte millonario. Seguro que has vivido de milagro con tus libros preciosos. Deberían conocerlos en todo el mundo y veo que apenas se ha traducido alguno al francés. Escribe nuestra historia. Ya verás como vendes 100 millones de ejemplares. Y lo bueno es que eso te servirá para que tu poesía se extienda por el Universo. A mi pequeño planeta llegará el eco de tu éxito interestelar. Es lo que te mereces, mi amor de cuando fui aquella chica. De cuando me hiciste la mejor.
            Escribe. Escríbeme con tus palabras. Usa la pluma que te regalé, si todavía la conservas. Y ya sabes, mi Poeta: ¡Es una orden!

Eduardo Fraile