Nevers, te llamaré Nevers, tú que
eres el hacedor de versos, tú que me has hecho verso a mí, palabra a mí. Tú que
has dicho mi nombre como nunca nadie lo había dicho antes. Creo que he nacido
por segunda vez cuando tú me miraste, cuando tú me elegiste.
Creo que nací el día en que metiste
tu mano dentro de mi corazón.
Creo que nací el día en que dijiste
mi nombre. El día que inventaste un nombre nuevo para mí…
***
Cuando entras en mí…
Cuando entras en mí la luz pega un
frenazo y el tiempo se detiene. O quizá el pasado y el futuro chocan sin ruido,
produciendo un acorde total en mi interior. Es una música de órbitas que
encajan, de planetas y estrellas que se reconocen y se sonríen sin fin…
***
Denver,
Tú sabes, conoces mi alma como
conoces mi cuerpo. ¿Qué ha de ser, qué será de nosotros? Por eso tiemblas, por
eso temblamos en el placer, en la proximidad, como si una corriente eléctrica
nos sacudiese. Tómame, llévame tú. Cálmame con tus caricias. Hazme puro
presente. Sácame fuera del tiempo. No quisiera un futuro donde no podamos
tenernos uno al otro…
Eduardo Fraile
No hay comentarios:
Publicar un comentario