sábado, 9 de noviembre de 2019

Cuadernos de Iowa/XI


        Nevers, te llamaré Nevers, tú que eres el hacedor de versos, tú que me has hecho verso a mí, palabra a mí. Tú que has dicho mi nombre como nunca nadie lo había dicho antes. Creo que he nacido por segunda vez cuando tú me miraste, cuando tú me elegiste.
          Creo que nací el día en que metiste tu mano dentro de mi corazón.
          Creo que nací el día en que dijiste mi nombre. El día que inventaste un nombre nuevo para mí…

***
           Cuando entras en mí…
          Cuando entras en mí la luz pega un frenazo y el tiempo se detiene. O quizá el pasado y el futuro chocan sin ruido, produciendo un acorde total en mi interior. Es una música de órbitas que encajan, de planetas y estrellas que se reconocen y se sonríen sin fin…

***
            Denver,
           Tú sabes, conoces mi alma como conoces mi cuerpo. ¿Qué ha de ser, qué será de nosotros? Por eso tiemblas, por eso temblamos en el placer, en la proximidad, como si una corriente eléctrica nos sacudiese. Tómame, llévame tú. Cálmame con tus caricias. Hazme puro presente. Sácame fuera del tiempo. No quisiera un futuro donde no podamos tenernos uno al otro…

Eduardo Fraile

No hay comentarios:

Publicar un comentario