sábado, 23 de marzo de 2019

El Rastro


─Cuando seas famoso ya no me querrás.
─Qué dices. Yo también te prohíbo que digas tintorerías.
─Yo digo droguerías y greguerías de Gómez de la Serna.
─A ver, a ver, que aquí el madrileño soy yo. Ya sabes que la greguería nace en el Rastro.
─Qué ganas me dan de ir contigo. Podríamos escaparnos el domingo que viene. Vamos en el primer tren y volvemos en el último.
─Y nos traemos una maleta llena de jitanjáforas.
─Qué es jitanjáfora, mi señor.
─Jitanjáfora eres tú.
─Ah, no, yo soy tu lectriz, tu meretriz, tu bisectriz…
─¡Ah!
─Me puedes vender por una máquina de escribir Smith Corona. O, si eso, me cambias por una Lolita de Nabokov.
─Tú vales por lo menos un Quijote de Ibarra, o un Thomas Gainsborough.
─¿Un quién?
─Creo que sólo él podría reflejar tu belleza. Pintor inglés del XVIII. Aunque cualquier anticuario te llevaría a Sotheby's o Christie's…
─¿Cómo hemos llegado a esto?
─¿Al mercado de las subastas internacionales de Arte?
─¿Pero no ibas a prohibirme las destilerías y las gasolinerías?
─Y las metáforas y las canéforas… Las púberes canéforas que ofrendan el acanto…

***
─I.
─Qué, mi señor.
─Vamos a hacerlo.
─¡Pero si lo acabamos de hacer!
─Lo de ir a Madrid, al Rastro, el domingo.
─¡Sí! ¡Nos escapamos de la clausura! ¡Yupi!
─Ay Dios. Dices yupi, así, de esa manera, y mira cómo estoy otra vez.
─Pues lo hacemos.
─Eso digo yo.
─No, que de aquí a Madrid…
─¡Y de Madrid al Cielo!
─Que venga, vamos, ven.
─A ver, di yupi de nuevo…
─¡Yupi! ¡Más que yupi! ¡Requeteyupi!

Eduardo Fraile

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