domingo, 20 de marzo de 2016

La primavera

            La primavera era una cosa que traían las golondrinas en sus alas, o que quizá ya estaba aquí, pero con su regreso ellas le daban carta de naturaleza. Posiblemente los brotes de los rosales y las yemas de los almendros y los manzanos algo quisieran decir desde finales de febrero, esos días ya de más calor, de la tierra esponjándose, olorosa y populosa de lombrices, y no digamos el bordoneo de los moscardones y las abejas en misión de reconocimiento…
            Pero la cosa es que de repente las golondrinas, que no estaban desde primeros de septiembre, recomenzaban sus idas y venidas al río para hacer esas pequeñas pellas arcillosas con que reconstruir los nidos… Porque el invierno, excepcionalmente húmedo, había dado al traste con casi todos, que se habían venido debajo de las vigas de madera de las cuadras, muy carcomidas ya…


Eduardo Fraile

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