El kilómetro cero de mi corazón es
la sala ovalada del Museo del Prado donde están las Meninas de Velázquez.
Cuando regreso a Madrid, cuando
vuelvo de otras ciudades donde la vida me ha desterrado, mis pasos se encaminan
sin querer hacia el Retiro, hacia el Jardín Botánico, hacia la Real Academia,
hacia la cuesta de Moyano, hacia el Prado… Hay un imán que tira de mí hacia ese
sur bendito de Madrid, y me dejo llevar (y me dejo rodar) como una canica de
cristal irisado que sólo se detiene en esa sala… Y ya no hay otra luz y otro
aire sino los que salen del estudio del pintor…
Y noto que estoy en casa.
Eduardo Fraile
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