sábado, 28 de octubre de 2017

Señales de final

Hoy es martes 17 de octubre
de 2017. Ya han llegado las primeras cigüeñas
a la ciudad. Cada año su excursión migratoria
es más breve, casi se dirían unas discretas vacaciones.
En nuestra infancia llegaban por San Blas, en febrero,
pero por causas distintas esos casi seis meses
en latitudes más meridionales se han ido reduciendo.
A primeros de septiembre dejan nuestra ciudad
huérfana de sus alas, adelantándose a las golondrinas,
que ─ellas sí─ perseveran en su larga migración
hasta mediados de marzo. Estos últimos años
volvían en noviembre, pero hoy me han asustado,
tomando en el amanecer las torres por grupos familiares,
como repartiéndose la ciudad. Este año tan seco,
tan dilatadamente caluroso (de hecho, hoy es el primer día del otoño
propiamente dicho). Todo anda así de raro.
Los enterados hablan y se les llena la boca con el cambio climático.
Pero yo veo algo más. De hecho, las veleidades
de la meteorología es lo que menos me preocupa.
El planeta hace bien en intentar librarse de nosotros.


Eduardo Fraile

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