sábado, 27 de julio de 2019

Llegar a las manos


—Si te das cuenta, en esta calle hay una imprenta, una editorial y una librería. Es perfecta para ti.
—Y también un convento de monjas y dos colegios… Para tu época mística te podría valer.
—Ya, pero ahora creo que debo volar en el Concorde.
—A tu pequeño planeta. Pero vamos juntos, ¿no?
—¡A ver! Tú y yo somos uno.
—¡Uf! Menos mal. Parecía que querías dejarme aquí, desangelado.
—¿Cómo podría? Tú has despertado todo esto. Mi volcán interior. Mi flor, que ya no está mustia sino rozagante y rorante y ronroneante, si se puede decir ronroneante de una flor, señor gatuno.
—Sí se puede. Se puede todo. Una bella metáfora, la flor que ronronea. ¿Qué más he despertado en ti?
—Mis alas. Todo vuela dentro de mí desde que te conozco.
—Eres el ángel, la virgen y la golondrina, en el cuadro de la Anunciación.
—Y tú eres el pintor y eres el poeta.
—Yo soy Tuyo.
—Tú eres mi Señor.
—Oye, da gusto discutir contigo.
—¡Pues espérate, que ahora vamos a llegar a las manos!

Eduardo Fraile

sábado, 20 de julio de 2019

El pozo


—Sólo nos faltaría un pozo en este patio recoleto para que nuestro refugio sea perfecto. Sacaríamos agua con un calderillo de zinc. Seguro que las monjas tienen pozo. Por aquí pasaba uno de los ramales de la Esgueva, así que habrá agua a tres o cuatro metros.
—Qué guay, un pozo. Pozo y golondrinas. Para qué más.
—Y eso que este año tan húmedo las golondrinas casi no han podido alimentarse.
—Las golondrinas cazan también los días nublados. Pero pobrecillas, les gusta más el calor.
—Oye, si hubiera un pozo podríamos sacar la luna llena en el caldero, cuando se reflejase.
—Y las estrellas lejanas. Una herrada de estrellas.
—¡Una herrada! ¡Qué bien hablas! ¡Con qué propiedad y elegancia y con qué todo!
—Oye, que yo también me codeo con los grandes poetas. Algo se me había de pegar.
—Al que se le va a pegar tu luz es a mí. A fuerza de mirarte y mirarte.
—Tú eres un adulador gatuno. Qué querrás, qué querrás…
—Querré beberte. Querré comerte. Querré saciarme de ti.
—No, si ya te veía yo venir, afilándote los bigotes…

Eduardo Fraile

sábado, 13 de julio de 2019

La reparación



   Me la encontré con un destornillador y unos alicates, arreglando la lavadora. Ante mi estupefacción, sonrió divertida:
—Oye, ni que hubieras visto un extraterrestre.
 —Qué sexy está mi amor en traje de mecánico electricista.
—Esto ya está. Creo que funcionará.
—¿Pero entiendes de estas cosas?
—¡Anda! También he arreglado el calentador, que tenía los quemadores sucísimos.
—Pedro no se lo va a creer. Si se lo digo te lo va a querer pagar.
—Demasiado está haciendo por nosotros. Justo es que colaboremos un poquito.
—Justo es. Qué lástima de no tener aquí una cámara fotográfica, para inmortalizar este momento.
—Este momento ya es inmortal. Incluso cuando nosotros hayamos muerto, alguien lo sumará a su vida y volverá a disfrutarlo de nuevo.
—La chica más sexy de la Tierra con la cara tiznada, que se está desnudando para ducharse.
—Ven conmigo, que le vas a pasar la esponja a tu Venus de taller de las Delicias.
—¡A sus órdenes!
—¡Que me lo tengo merecido!

Eduardo Fraile

sábado, 6 de julio de 2019

La ocupación


(Pedro y Tony. Barra de La Luna. Hora del vermut)
TONY: Yo tengo una casita en la montaña, en Gijón. Ahora está vacía. Podrían irse allí, a ver cómo evolucionan las cosas.
PEDRO: Y yo podría dejarles el almacén de la editorial, aquí en la calle Juan Mambrilla. Es un bajo, hay un patio muy bonito, de esas casas de las de antes, con columnas.
TONY: Hombre, lo más sencillo es eso, al menos de momento. Ahí arriba es más complicada la cosa de la intendencia.
PEDRO: Pues que se queden aquí y así me vigilan los libros. Hay una cocinilla con frigo y un baño chiquito, pero está bien. Los vecinos ya me conocen, les puedo prevenir…aunque lo mejor será no decirles nada. Ya están acostumbrados de otras veces que he tenido gente.
TONY: Venga. Se lo decimos esta tarde.
PEDRO: Díselo tú. Esta tarde me quedo en Villabáñez, que mi compañera tiene un asunto. Joder, además esa tía me deja temblando.
TONY: Ya te lo dije. Vamos a protegerles, joder. Es como una misión. A lo mejor no lo necesitan, pero…
PEDRO: Es verdad. A lo mejor lo necesitamos nosotros más que ellos. ¡Tío, la Belleza y la Poesía! Me gusta eso de verlo como una misión. Son cosa nuestra.
TONY: Bueno, yo me encargo. Tú tenlo dispuesto cuanto antes.
PEDRO: Está ya listo para que vayan cuando quieran. Mañana, por ejemplo. Yo estaré allí a partir de las 10.
TONY: Seguro que es la primera vez que hacemos una cosa así, no por razones políticas…
PEDRO: Tú lo has dicho. Yo he refugiado a gente que ni sabía quién era, o si lo merecían de verdad. Esto es distinto, macho. Y he pasado miedo a veces, pero ahora es que me tiemblan las piernas.
TONY: ¡Ay Dios! ¡Pero si eres un romántico!
PEDRO: Y un mártir, eso es lo que voy a ser yo. Pero si es el Destino, mejor no resistirse.

Eduardo Fraile