sábado, 25 de enero de 2020
sábado, 18 de enero de 2020
Iowa (Epílogo/3)
Eduardo:
Uso
tu bello nombre para hablarte desde el Futuro.
Un
futuro donde yo ya no estaré. ¿Sobreviviste
a
nuestro amor? ¿Sobreviviste a Nevers, a Nemours, a Denver?
¿Sobreviviste
a quien fuiste para mí, a quien fuiste conmigo?
¿Escribiste
los libros que tenías que escribir?
¿Escribiste
mi libro?
¿Sobreviviste
al dolor de perder a tu madre?
¿Sobreviviste
a la envidia de los demás, al alejamiento
de
los amigos?
¿Sobreviviste
a la soledad?
¿Sobreviviste
a tu orgullo?
¿Sobreviviste
al éxito? ¿Sobreviviste al fracaso?
¿Preguntaste
por mí?
¿Me
encontraste de nuevo?
Eduardo Fraile
sábado, 11 de enero de 2020
Nevers (Epílogo/2)
Pequeña, grande, la más alta de
todas, más alta que la Luna lunera, cascabelera. Creces en mi recuerdo hasta
atravesar el tiempo y el espacio. Creces en mí, me haces pequeño a medida que
creces. Me llevas a mi infancia en Madrid, a la calle San Telesforo y al Liceo
San Fernando. A la montaña de hierba y a la montaña de arena. Y entonces tú
también te haces niña y jugamos a lanzar aviones desde la cima de la montaña
verde, y nos dejamos resbalar por la montaña amarilla sentados en una caja de
cartón.
***
En todos los planetas estás tú. En
todas las estrellas. Regando tu flor y sacando agua de mi pozo. Recorrer el
cosmos buscándote no es una opción. No tenemos naves espaciales para
encontrarnos. Sólo para huir.
***
Me acuerdo mucho de tu cuerpo.
Podría hacerse un vaciado, un negativo en mí. Ese hueco que ha quedado impreso
en el espacio/tiempo que soy, eres tú. Y tu tacto. Por mucho que haya intentado
recuperar un eco, un atisbo de tu piel acariciando otros cuerpos… Por mucho que
haya tocado otros cielos y otras nubes fugitivas… Por mucho que te haya llamado
en otras puertas estelares… Por mucho que haya querido engañarme aplacando mi
sed en otras aguas…
***
Ella fue lo mejor de mí, y lo
seguiría siendo en el futuro, ese futuro sin ella pero con ella, ese yo
distinto y nuevo hecho con lo mejor de los dos.
Eduardo Fraile
sábado, 4 de enero de 2020
Iowa (Epílogo/1)
¿Qué has hecho todos estos años? Sé
que has escrito libros, pero ninguno era nuestro libro, y por eso sabía que aún
estabas enamorado de mí. Que aún eras Nevers, que aún eras Denver, que todavía
me esperabas más allá de la esperanza. Recuerdo cuando leímos en el diccionario
de Domínguez, aquel de 1850, las dos o tres páginas que se tira para definir Esperanza. Yo a veces te recuerdo así,
nos recuerdo así, aquellos días de nuestro refugio en Balneario. No he vuelto a
España, pero ahora puedo recorrer la calle Juan Mambrilla en Google Maps y veo que ahora es peatonal
y que ya no está la imprenta… Y quizá nos veo a los dos tras la ventana del 13,
con esa bonita verja que fue nuestra jaula de oro aquellos días…
Estás guapo en las fotos de los
libros. Y las pocas que veo en Internet.
Ya me doy cuenta de que huyes de esas cosas… Sé que no me has olvidado. Todavía
te duelo, ay Dios. Todavía te duelo lo bastante como para escribir de los dos y
hacerte millonario. Seguro que has vivido de milagro con tus libros preciosos.
Deberían conocerlos en todo el mundo y veo que apenas se ha traducido alguno al
francés. Escribe nuestra historia. Ya verás como vendes 100 millones de
ejemplares. Y lo bueno es que eso te servirá para que tu poesía se extienda por
el Universo. A mi pequeño planeta llegará el eco de tu éxito interestelar. Es
lo que te mereces, mi amor de cuando fui aquella chica. De cuando me hiciste la
mejor.
Escribe. Escríbeme con tus palabras.
Usa la pluma que te regalé, si todavía la conservas. Y ya sabes, mi Poeta: ¡Es
una orden!
Eduardo Fraile